El Banco Mundial advirtió ayer que más de la mitad de los libaneses serán pobres para 2021 y criticó la "falta deliberada de medidas políticas efectivas" de las autoridades locales para superar la crisis.
Un informe del Monitor Económico del Líbano (LEM) del Banco Mundial dijo: "Un año después de la grave crisis económica del Líbano, la falta deliberada de medidas políticas eficaces por parte de las autoridades ha sometido a la economía a una ardua y prolongada depresión".
En el informe se añadía que el Líbano sufre un peligroso agotamiento de los recursos, incluido "el capital humano, con la fuga de cerebros que se está convirtiendo en una opción cada vez más desesperada".
"Durante más de un año, la macroeconomía del Líbano se ha visto asaltada por las crisis agravadas, empezando por una crisis económica y financiera, seguida de COVID-19 y, por último, la explosión en el puerto de Beirut. De las tres crisis, la crisis económica ha tenido, con mucho, el mayor y más persistente impacto negativo. Se prevé que el crecimiento del PIB real se desacelere bruscamente hasta el -19,2% en 2020, tras una contracción del -6,7% en 2019", añadió.
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El informe citó al director regional del Mashreq del Banco Mundial, Saroj Kumar Jha, afirmando que "la falta de consenso político sobre las prioridades nacionales dificulta gravemente la capacidad del Líbano para aplicar políticas de desarrollo a largo plazo y con visión de futuro".
"Un nuevo Gobierno debe aplicar rápidamente una estrategia de estabilización macroeconómica creíble con medidas a corto plazo para contener la crisis, así como medidas a medio y largo plazo para hacer frente a los problemas estructurales", añadió.