El presidente iraquí Barham Salih pidió ayer al Gobierno Regional del Kurdistán (KRG) del norte de Irak que escuchara las demandas legítimas de los manifestantes y se abstuviera de recurrir a la violencia, informó la Agencia de Noticias Iraquí (INA).
"Estamos siguiendo con gran preocupación los acontecimientos en la ciudad de Sulaymaniyah, incluidas las manifestaciones, protestas populares y actos de violencia que las acompañan, que provocaron lesiones a varios ciudadanos y a las fuerzas de seguridad", dijo Salih en un comunicado, y añadió que la protesta pacífica es un derecho constitucional garantizado que debe ser respetado.
El presidente iraquí pidió a las autoridades kurdas que trabajen para "encontrar soluciones al problema de los salarios y mejorar las condiciones de vida mediante medidas rápidas y serias, canalizando los recursos de la población al servicio de los ciudadanos, y adoptando una verdadera reforma", añadiendo que "el abuso de los fondos públicos y la corrupción administrativa y financiera, el saqueo y el contrabando deben cesar".
También pidió a las fuerzas de seguridad kurdas que actuaran de acuerdo con la ley y se abstuvieran de utilizar la violencia, y que permitieran a los medios de comunicación ejercer libremente su labor sin restricciones ni agresiones.
"La mejor manera de que el gobierno regional resuelva la crisis financiera que lo aqueja es trabajar para alcanzar un acuerdo global con el gobierno federal en lo que respecta a los salarios y los derechos de la región, con el fin de proporcionar una vida decente a los ciudadanos", añadió.
Esto se produce después de que cientos de manifestantes incendiaran las sedes de los dos partidos gobernantes, el Partido Democrático del Kurdistán y la Unión Patriótica del Kurdistán, en Sulaymaniyah, para protestar contra el deterioro de las condiciones económicas y el retraso en el pago de los salarios.