El Parlamento del Líbano aprobó el lunes una ley para levantar el secreto bancario durante un año, en una medida que podría allanar el camino para una auditoría forense del banco central, una condición clave para la ayuda extranjera que ha sido bloqueada.
Dicha auditoría figura en una lista de reformas que los donantes han exigido antes de ayudar al Líbano a salir de una crisis financiera sin precedentes. Entre ellas figuran medidas para hacer frente a la corrupción, una de las causas fundamentales del derrumbe que ha hecho caer la moneda y ha desencadenado un impago estatal.
La consultora de reestructuración Alvarez & Marsal, que el gobierno libanés había contratado para llevar a cabo la auditoría, se retiró el mes pasado, diciendo que no había recibido la información que necesitaba.Algunos funcionarios libaneses han acusado al Gobernador del Banco Central, Riad Salameh, de utilizar las leyes de secreto bancario para justificar la retención de información.
Salameh dijo el mes pasado que estaba para una auditoría pero que revelar las cuentas de los bancos locales requeriría un cambio en la legislación. Se comprometió a proporcionar cuentas estatales.
Después de una carta del presidente el mes pasado, el parlamento pidió una auditoría de todos los organismos estatales, aunque algunos analistas han puesto en duda que esa llamada sea legalmente vinculante y su alcance demasiado amplio.