La Cámara de Representantes de Libia, con sede en el este del país, revocó la pertenencia de 35 legisladores y los remitió al fiscal general, según informaron los medios de comunicación locales.
Los 35 parlamentarios despedidos están acusados de "pedir la división del país y la propagación del caos".
Los políticos con sede en Trípoli atribuyen la decisión, tomada por el presidente de la Cámara de Representantes Aguila Saleh, al temor de éste de que los intentos de unificar el país pudieran dar lugar a la elección de un nuevo presidente de la Cámara.
Se especula cada vez más sobre el futuro de Saleh, que parece haber sido el "mayor perdedor" de la vía del acuerdo político.
Recientemente se ha informado de que Saleh fue impulsado a avanzar hacia la paz porque obtuvo garantías de que sería nombrado como jefe del nuevo consejo presidencial.
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Sin embargo, los funcionarios libios revelaron que después de que el parlamento se unifique, trabajará para reelegir a un nuevo presidente.
Según Libyan Express, el portavoz oficial de la Cámara de Representantes con sede en Trípoli, Asaad Al-Shartaa, dijo: "La destitución de 35 miembros del parlamento no es más que una maniobra política sin ningún fundamento jurídico que la respalde".
Los miembros despedidos han participado en las conversaciones de reconciliación en Gadamés.