El partido marroquí Justicia y Desarrollo confirmó el jueves su apoyo al secretario general y al primer ministro Saadeddine Othmani, después de que éste fuera criticado por firmar una declaración conjunta de normalización con Israel.
Esto llegó en una declaración publicada por el partido en su página web, tras una reunión de su secretaría general, sobre la posición del partido en los últimos acontecimientos, incluyendo la normalización con Israel.
La declaración anunciaba: "El partido apoya al secretario general y al primer ministro Saadeddine Othmani en el cumplimiento de sus responsabilidades políticas y gubernamentales según sea necesario, junto con el apoyo y la confianza otorgados al rey Mohammed VI".
El partido también subrayó: "La importancia de apoyar al monarca marroquí en las medidas adoptadas para fortalecer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, y las firmes posiciones del país a favor de la causa palestina".
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Esta es la primera declaración publicada por el partido sobre el asunto, después de que el primer ministro Othmani firmara el acuerdo de normalización con Israel, incitando a los miembros del partido y a los activistas a exigir su dimisión.
El martes, Othmani firmó una declaración conjunta entre Marruecos, Israel y los EE.UU. durante la primera visita de una delegación oficial israelí-estadounidense a la capital, Rabat.
Según la declaración, Marruecos e Israel están de acuerdo: "Continuar su cooperación en varias áreas, reabrir dos oficinas de representación en Rabat y Tel Aviv, reanudar inmediatamente los lazos oficiales y establecer relaciones diplomáticas plenas".
El 10 de diciembre, Marruecos declaró su intención de reanudar las relaciones oficiales con Israel, después de haberse suspendido las relaciones en 2002.
Ese mismo día, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el reconocimiento por parte de Washington de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, que ha sido objeto de disputa entre Rabat y el Frente Polisario durante décadas.
La decisión de reanudar las relaciones oficiales con Israel provocó una ola de ira entre los miembros del partido Justicia y Desarrollo que, desde su creación en 1967, se ha negado a normalizar las relaciones con Israel.