Los diputados mauritanos pidieron que se promulgue una legislación que criminalice la normalización de las relaciones con la ocupación israelí.
En una declaración conjunta, la Unión de Fuerzas del Progreso (UFP), la Alianza Progresista del Pueblo (APP) y los partidos de la oposición Alianza por la Justicia y la Democracia (AJD) dijeron: "A la luz del creciente círculo de normalización política y económica con Israel y su eco llegando a la región del Magreb y a los estados africanos, ya no es un secreto que los defensores de la normalización están ejerciendo muchas presiones, tanto de manera abierta como secreta, para que más países se suban a este siniestro tren".
En la declaración se hace un llamamiento a todos los bloques parlamentarios para que hagan un esfuerzo urgente por reflejar la realidad del permanente consenso nacional histórico que se ha mantenido desde la creación del Estado mauritano para apoyar plenamente las causas justas y de emancipación, la más destacada de las cuales es la cuestión palestina.
La declaración añadía que "el crimen de normalización, además de constituir una violación del consenso de los pueblos del mundo que abogan por la paz, la libertad y el anticolonialismo, supone aceptar todos los crímenes sobre los que se fundó la brutal entidad sionista y que sigue cometiendo a diario".
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El ex presidente de Mauritania Mohamed Ould Abdel Aziz tomó la decisión de congelar las relaciones de Mauritania con Israel en 2009 tras la brutal guerra de la ocupación contra la Franja de Gaza. A ello siguió la suspensión permanente y oficial de los vínculos con la ocupación en 2010 y la expulsión del embajador israelí de Nuakchot.
Las fuerzas políticas y las organizaciones mauritanas han expresado su rechazo a los acuerdos de normalización firmados entre los países árabes e Israel bajo el patrocinio del presidente estadounidense Donald Trump, el último de los cuales fue el acuerdo de paz celebrado por Marruecos y la ocupación.