Una delegación de alto nivel de los EE.UU. llegó a Argelia el miércoles para discutir la cooperación bilateral, el expediente del Sáhara Occidental y la situación en Libia y el Sahel.
La delegación incluye a la secretaria de la Fuerza Aérea, Barbara Barrett, al secretario de estado adjunto para asuntos de Oriente Próximo, David Schenker, y al comandante de la Fuerza Aérea de EE.UU. en Europa y África, el general Jeffrey Harrigian.
Según una declaración emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argelia, el ministro de Relaciones Exteriores, Sabri Boukadoum, discutirá con la delegación de EE.UU. asuntos bilaterales, regionales e internacionales, informó Al-Quds Al-Arabi.
A su llegada, Barrett dijo: "Consideramos a Argelia como un socio sincero, y esta es una relación sincera, dado el papel pionero que ha demostrado, por lo que esperamos trabajar con ustedes como socios".
A Washington le preocupa que sus relaciones con Argelia se vean perjudicadas después del acuerdo que el presidente saliente de los EE.UU., Donald Trump, firmó con Marruecos e Israel, en el que reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental a cambio de que Rabat normalizara las relaciones con Israel.
Argelia cree que el reconocimiento por parte de Trump de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental no tiene fundamento jurídico y es incompatible con todas las resoluciones de las Naciones Unidas.
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Marruecos ha estado en conflicto con el grupo separatista Polisario, apoyado por Argelia, por el Sahara Occidental desde 1975, después de que terminó la ocupación española. Se convirtió en una confrontación armada que duró hasta 1991 y terminó con la firma de un acuerdo de alto el fuego.
Rabat insiste en su derecho a gobernar la región, pero propuso un gobierno autónomo en el Sahara Occidental bajo su soberanía, pero el Frente Polisario quiere un referéndum que permita al pueblo determinar el futuro de la región. Argelia ha apoyado la propuesta del Frente y acoge a los refugiados de la región.
El alto el fuego de 1991 llegó a su fin el año pasado después de que Marruecos reanudara las operaciones militares en el cruce de El Guergarat, una zona de amortiguación entre el territorio reclamado por el Estado de Marruecos y la autodeclarada como República Árabe Saharaui Democrática, lo cual, según el Polisario, era una provocación.
Con el lanzamiento de la operación, Marruecos "socavó gravemente no sólo el alto el fuego y los acuerdos militares conexos, sino también cualquier posibilidad de lograr una solución pacífica y duradera a la cuestión de la descolonización del Sáhara Occidental", dijo Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en una carta a la ONU.