Las compañías extranjeras no podrán probar las vacunas para la COVID-19 en el pueblo iraní, dijo el presidente Hassan Rouhani ayer sábado, un día después de que el líder supremo de Irán prohibiera la importación de vacunas de Estados Unidos y Gran Bretaña, según informa Reuters.
"Las compañías extranjeras querían darnos vacunas para que fueran probadas en el pueblo iraní. Pero el Ministerio de Salud lo impidió", dijo Rouhani en declaraciones televisadas, sin nombrar a las compañías o dar más detalles.
"Nuestro pueblo no será un instrumento de prueba para las empresas fabricantes de vacunas", añadió. "Compraremos vacunas extranjeras seguras".
El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, la máxima autoridad de Irán, dijo el viernes que los Estados Unidos y Gran Bretaña eran "poco confiables" y posiblemente busquen propagar la infección a otros países.
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Irán podría obtener vacunas de otros lugares fiables, añadió, sin dar detalles. China y Rusia son aliados de Irán, el país de Oriente Medio más afectado por el coronavirus.
Jamenei repitió las acusaciones en un tweet que fue eliminado por Twitter junto con un mensaje diciendo que violaba las reglas de la plataforma contra la desinformación.
Irán lanzó ensayos con humanos de su primera vacuna nacional COVID-19 a finales del mes pasado, diciendo que podría ayudar al país a derrotar la pandemia a pesar de las sanciones de EE.UU. que afectan a su capacidad para importar vacunas.
Las tensiones entre Washington y Teherán han ido en aumento desde 2018, cuando el presidente Donald Trump abandonó un acuerdo nuclear de 2015 y volvió a imponer sanciones.