Irán ha prohibido la importación de las vacunas Covid-19 americanas y británicas. La orden fue dada al gobierno de Teherán por el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
"No confío en ellos", explicó Jamenei en un discurso televisado en vivo. "A veces quieren probar vacunas en otras naciones... Si los americanos fueran capaces de producir una vacuna, no tendrían tal fiasco de coronavirus en su propio país."
Khamenei añadió que tampoco confía en la vacuna francesa, debido al escándalo de la sangre infectada de Francia en los años 80 y 90. "Pero si ellos [las autoridades iraníes] quieren importar vacunas de un lugar confiable, no hay problema".
Hasta ahora se han puesto a disposición tres grandes vacunas, que muchos países de todo el mundo han puesto en marcha, especialmente para los trabajadores clave y los más vulnerables debido a la edad y la salud. La vacuna alemana BioNTech, que fue coproducida por la compañía estadounidense Pfizer; la vacuna Moderna, también de los Estados Unidos; y la vacuna de la Universidad de Oxford-AstraZeneca, de Gran Bretaña, que se considera la opción más barata de las tres.
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El Irán ha sido el país más afectado por la pandemia entre los países de la región. Comenzó a finales del mes pasado las pruebas en humanos de su primera vacuna nacional, aunque algunos ciudadanos han expresado su escepticismo sobre su eficacia. La Sociedad de la Media Luna Roja de Irán también ha declarado que, aparte del gobierno, tiene previsto importar una vacuna china.
El dirigente iraní también reiteró los llamamientos para que se levanten las sanciones impuestas al país, que han afectado no sólo a las autoridades y los funcionarios, sino también al pueblo iraní y a su acceso a los medicamentos y el equipo médico. "El frente occidental y los enemigos están obligados a poner fin a esta medida malintencionada y a detenerla inmediatamente", insistió.
Sin embargo, funcionarios iraníes dijeron el mes pasado que la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de EE.UU. había aprobado la transferencia de fondos a un banco suizo para COVAX, un programa internacional para facilitar la distribución equitativa de vacunas en todo el mundo.
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