Jordania ha comenzado a aplicar las vacunas Covid-19 a los refugiados registrados en la ONU, convirtiéndose en uno de los primeros países del mundo en hacerlo. La iniciativa forma parte de la campaña de vacunación nacional de Jordania lanzada la semana pasada y dentro de la cual todo ciudadano, refugiado y solicitante de asilo tiene derecho a recibirla, de forma gratuita.
Según el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (UNHRC), el primer lote de refugiados fue vacunado el jueves pasado. Cuarenta y tres iraquíes y sirios recibieron sus dosis en las ciudades del norte de Jordania de Irbid y Mafraq.
"Hay muchos más que se han inscrito", dijo el portavoz del CDH Francesco Burt a la emisora financiada por el gobierno de EE.UU., Voice of America. "Hay un portal del gobierno donde todo el mundo tiene que registrarse. Hasta ahora, cerca de 250.000 personas se han inscrito, incluyendo refugiados."
VIDEO: Cómo una escuela de la Ribera Occidental está luchando por sobrevivir
La eficacia del programa, añadió, depende en realidad de la disponibilidad de las dosis. "El gobierno jordano tiene alrededor de 3 millones de dosis hasta ahora. Planea cubrir alrededor del 25% de la población en los próximos meses".
Cientos de miles de refugiados de zonas de conflicto en el Oriente Medio como Siria, Iraq, Yemen, Gaza y Libia se han asentado en Jordania a lo largo de los años, lo que los convierte en un importante grupo demográfico dentro del país. Aproximadamente el 80% de esos refugiados vive en zonas urbanas y se les está vacunando en las clínicas de salud locales.
El CDH dijo que está trabajando en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud de Jordania para proporcionar y administrar vacunas a los sirios que viven en campamentos de refugiados como Zaatari y Azraq. Sin embargo, Ammán y las Naciones Unidas han expresado la necesidad de fondos adicionales de ayuda para alcanzar sus objetivos, y se informa que la agencia de las Naciones Unidas ha pedido otros 370 millones de dólares.