Los líderes musulmanes franceses aprobaron el sábado una "carta de principios" en el marco de los esfuerzos del presidente Emmanuel Macron para erradicar el llamado "separatismo islamista" en el país. La carta fue elaborada, a instancias de Macron, por el Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM) después del espantoso asesinato de un maestro de escuela que mostraba caricaturas satíricas del profeta Mahoma a los estudiantes.
El documento consagra los valores seculares franceses en la práctica del Islam en Francia y vincula a los firmantes con la defensa de los valores del Estado, incluido el rechazo de los ideales islamistas extremistas y el reconocimiento de la igualdad entre los sexos. También rechaza el islamismo político, conocido como islamismo, y define a los adeptos de este último como seguidores del salafismo o wahabismo, los Hermanos Musulmanes y el movimiento Tablighi Jamaat.
Los términos de la carta dicen que los imanes deben comprometerse a aceptar la igualdad de los sexos y enseñar a los seguidores que "ciertas prácticas culturales no provienen del Islam", informó el Times. Tales prácticas culturales, señaló, incluyen la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado y el uso de los llamados certificados de virginidad.
Los signatarios de la carta deben "condenar todas las formas de racismo, discriminación y odio", incluidos el antisemitismo, la homofobia y la misoginia. Las mezquitas, advierte el texto, "no están creadas para la difusión de discursos nacionalistas que defiendan regímenes extranjeros".
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El presidente de la CFCM, Mohammed Moussaoui, dijo ayer en Twitter: "Esta carta reafirma la compatibilidad de la fe musulmana con los principios de la república, incluyendo el laicismo, y el compromiso de los musulmanes franceses con su completa ciudadanía. Será compartida con los imanes y los líderes musulmanes de la región con vistas a una consulta y una adhesión lo más amplia posible".
El documento fue aparentemente redactado en seis semanas, después de que Macron instó a los líderes de la CFCM a producir algo que declarara el compromiso de los musulmanes franceses con los valores seculares del estado. El empuje vino después de que Macron afirmara que el Islam es una religión "que experimenta una crisis en todo el mundo".
El gobierno de Macron está impulsando una legislación para combatir el radicalismo islamista y endurecer las leyes sobre educación religiosa y temas como la poligamia. También ha tomado medidas enérgicas contra las mezquitas y ha cerrado nueve lugares de culto musulmanes en las últimas semanas.
Las tensiones entre el gobierno y los países musulmanes han aumentado en los últimos meses, después de los controvertidos comentarios de Macron sobre el Islam. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan describió a su homólogo francés como "una carga para Francia" en diciembre después de instar a los ciudadanos a boicotear los productos franceses. También se celebraron protestas contra Macron en Pakistán y en varios Estados árabes a finales del año pasado en respuesta a las observaciones del líder francés.
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