La policía israelí se ha negado a llevar a los tribunales a los trabajadores palestinos que han sido detenidos mientras trabajaban sin permiso en Israel para ocultar la brutalidad policial contra ellos, informó el jueves el periódico Haaretz.
Haaretz afirmó que una gran fuerza policial atacó a un grupo de trabajadores palestinos en el asentamiento de Modiin, cerca de la ciudad ocupada de Jerusalén, causándoles fracturas y graves daños físicos.
Según el periódico, la policía atacó a los trabajadores en una obra de construcción tras recibir un falso aviso de que planeaban llevar a cabo un atentado en el asentamiento, y señaló que dos trabajadores sufrieron varias fracturas en el cuerpo, la cara y un hombro dislocado.
El juez del Tribunal de Primera Instancia de Petah Tikva exigió a la policía israelí que aclarara cómo trató a los detenidos y que explicara por qué decidió no llevar a tres de ellos ante el tribunal.
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La policía alegó que tres trabajadores entraron en cuarentena por sospecha de estar infectados con coronavirus, pero no presentaron informes sanitarios que respaldaran sus alegaciones.
A pesar de la afirmación de la policía, el tribunal aceptó la petición de la policía de ampliar el periodo de detención para aportar pruebas de que los trabajadores habían estado trabajando sin permiso.
Uno de los trabajadores palestinos detenidos declaró al tribunal que las fuerzas especiales israelíes llegaron a la obra, les agredieron a él y a sus compañeros rompiéndoles el brazo y la nariz, aunque ninguno de ellos se resistió a la detención ni intentó escapar.
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