Los servicios de inteligencia israelíes han comenzado a advertir a los funcionarios de Hamás en la Cisjordania ocupada que no participen en las próximas elecciones palestinas, según revelaron el miércoles fuentes del movimiento.
Según las fuentes, los israelíes citaron en primer lugar al alto cargo de Hamás, el jeque Omar Al-Barghouti, para que hablara con los agentes de inteligencia en el Centro de Detención de Ofer. Mientras estaba allí, a Al-Barghouti, que vive en el barrio de Coper, en Ramala, le "pidieron" que no participara en las elecciones presidenciales, legislativas y del Consejo Nacional. El líder de Hamás no salió de la cárcel hasta hace unas semanas.
Los israelíes también han "pedido" lo mismo a otros funcionarios y altos cargos de Hamás. Las fuentes dijeron que a algunos de ellos se les preguntó por teléfono y a otros se les citó en centros de detención o en bases militares para interrogarlos sobre esta cuestión.
Al-Barghouti ha pasado un total de 30 años en prisiones israelíes. Es hermano de Nael Al-Barghouti, que lleva más de 40 años detenido por Israel.
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En 2018, las fuerzas de ocupación israelíes detuvieron a Al-Barghouti y a su esposa. Durante la misma redada no solo mataron a su hijo, sino que también demolieron su casa.
Las advertencias anteriores de la inteligencia israelí a Hamás han incluido decir a los funcionarios que no se involucren en las conversaciones de reconciliación con Al Fatah.
En 2006, Hamás ganó las elecciones parlamentarias y municipales en los territorios palestinos ocupados. Israel, Al Fatah, los Estados árabes y Occidente, incluido Estados Unidos, se negaron a aceptar la victoria antes de ayudar a Al Fatah a expulsar a Hamás de Cisjordania e imponer un estricto asedio a Gaza. También han pasado por alto el hecho de que la legitimidad de la presidencia de Mahmoud Abbas terminó en 2009, desde entonces se ha negado a convocar elecciones, hasta ahora, y Occidente ha seguido apoyándolo.