Se espera que a principios de marzo se celebre un acto de recaudación de fondos para la crisis humanitaria de Yemen, organizado prácticamente por Suecia y Suiza, según dijeron el domingo a Reuters cuatro fuentes de asistencia humanitaria.
El pasado mes de junio, una iniciativa respaldada por la ONU para los donantes internacionales no alcanzó su objetivo de 2.400 millones de dólares, recaudando sólo 1.300 millones para lo que las Naciones Unidas describen como la mayor operación humanitaria del mundo.
La guerra de casi seis años entre la coalición liderada por Arabia Saudí y el movimiento hutí de Yemen, alineado con Irán, y el consiguiente colapso económico, han dejado al 80% de la población necesitada de ayuda y han llevado a millones de yemeníes al borde de la hambruna.
El año pasado reaparecieron focos de hambruna por primera vez en dos años, ya que la pandemia de COVID-19, la caída de las remesas y la falta de fondos agravaron la situación.
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La fecha propuesta para la nueva conferencia de donantes es el 1 de marzo, dijeron las cuatro fuentes, pero la cantidad objetivo y los planes aún no se han concretado. Arabia Saudí fue el coanfitrión de la recaudación de fondos del año pasado.
El nuevo enviado especial de Estados Unidos a Yemen, Tim Lenderking, habló el jueves con el presidente del gobierno de Yemen, reconocido internacionalmente, sobre una posible conferencia de donantes, dijo la oficina del presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi.
El plan de respuesta humanitaria para Yemen en 2020 sólo recibió 1.900 millones de dólares de los 3.400 millones necesarios, según Naciones Unidas. Esta infrafinanciación ha llevado a la ONU y a otras agencias de ayuda a reducir o cerrar varios programas de asistencia en Yemen.
El viernes, la ONU dijo que casi 2,3 millones de niños menores de cinco años podrían sufrir desnutrición aguda en 2021, y se espera que 400.000 de ellos sufran desnutrición aguda grave, lo que pondría en peligro sus vidas a menos que reciban tratamiento urgente.
Los funcionarios de la ONU están tratando de forjar un alto el fuego permanente para reactivar las estancadas conversaciones de paz para poner fin al conflicto.
El movimiento hutí, que a finales de 2014 desalojó al gobierno de Hadi del poder en la capital, Saná, tiene ahora el norte de Yemen.
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