El jefe del Movimiento Islámico en Israel, el jeque Raed Salah, está recluido en régimen de aislamiento desde que fue encarcelado por Israel el 15 de agosto del año pasado, informó el domingo Arabi21. Su abogado, Khalid Zabarqeh, ha declarado que el jeque Salah se ha enfrentado a un trato duro y a condiciones difíciles en la prisión israelí del desierto del Néguev.
El destacado activista palestino de derechos humanos cumple una condena de 17 meses en una pequeña celda aislada de la cual, se le permite salir una hora al día.
Zabarqeh describió el aislamiento como una forma de tortura para los presos en las cárceles israelíes. Es, insistió, una violación de las convenciones y leyes internacionales de derechos humanos, que hacen ilegal la tortura y la detención de personas por sus opiniones políticas o afiliaciones religiosas.
A los abogados del jeque Salah sólo se les permite reunirse con él una vez al mes, mientras que las visitas de sus familiares se han suspendido con el pretexto de la pandemia. Además, el servicio penitenciario israelí le impide reunirse con otros presos políticos palestinos o hablar con ellos.
Su abogado acusó a Israel de presionar al jeque Salah para que deje de defender la mezquita de Al-Aqsa y abandone su oposición a las violaciones cometidas por la ocupación militar. Subrayó que el jeque se atiene a sus principios y derechos, y no se ha visto afectado por la opresión y la presión israelíes ejercidas sobre él. Pese a las dificultades de su situación, ocupa su tiempo leyendo, escribiendo y dibujando.