Una encuesta realizada por el Centro aChord de la Universidad Hebrea revela que casi la mitad de los jóvenes religiosos ultraortodoxos y nacionalistas de Israel han expresado su odio hacia los palestinos y apoyan que se les quite la ciudadanía israelí, ha informado Haaretz. En la encuesta participaron unos 1.100 encuestados de entre 16 y 18 años.
Según el centro, el 49% de los adolescentes israelíes religiosos y el 23% de sus compañeros laicos querrían despojar a los ciudadanos palestinos de Israel -que constituyen una quinta parte de la población- de su ciudadanía.
New study reveals a dangerous & unchecked growth in racism, right-wing views and xenophobic hatred among israeli teenagers #BDS https://t.co/QoU29VawJP
— Sarah Wilkinson (@swilkinsonbc) February 20, 2021
El grupo israelí de derechos humanos B'Tselem recurrió a las redes sociales para ilustrar cómo este tipo de estadísticas se traduce en ataques a los palestinos por parte de los colonos ilegales.
Muhammad ‘Abbad: "We’ve been on constant alert ever since that day, afraid of another attack. I can’t sleep at night. I’m worried they’ll surprise us and this time, torch the cars or one of the houses".https://t.co/7Jp0U3hGJa pic.twitter.com/O1iALR1Ba5
— B'Tselem בצלם بتسيلم (@btselem) February 14, 2021
La agencia de noticias Wafa, por su parte, ha informado de que una mujer palestina murió de un ataque al corazón el pasado miércoles cuando los colonos israelíes irrumpieron en su casa en la Cisjordania ocupada.
Según el organismo de vigilancia de los asentamientos, Peace Now, hay 132 asentamientos y 113 puestos de avanzada en el territorio ocupado. Todos los asentamientos de Israel son ilegales según el derecho internacional. Los puestos de avanzada son incluso ilegales según la legislación israelí.
Peace Now también señala que más de 413.000 colonos viven actualmente en los asentamientos ilegales. El traslado de ciudadanos a un territorio ocupado por la guerra es un crimen de guerra según el derecho internacional.
VIDEO: Nace el 96º bebé palestino con esperma introducido de contrabando en una cárcel de Israel
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