Irak cooperará con las fuerzas de la OTAN para beneficiarse de su experiencia en su lucha contra el Daesh, anunció ayer el consejero de Seguridad Nacional, Qasim Al-Araji.
"Irak no es parte de ningún problema regional, sino parte de la solución", dijo Al-Araji a los periodistas tras su reunión con el comandante de la misión de la OTAN en Irak, Pierre Olsen.
Olsen explicó que la misión había llegado "a partir de una petición del gobierno iraquí", y añadió que cualquier expansión militar se haría "en coordinación con Bagdad".
Aunque el gobierno iraquí de Bagdad declaró la victoria sobre Daesh en diciembre de 2017, las células durmientes siguen operando en todo el país. Los atentados han hecho temer que el grupo pueda reagruparse y recuperarse suponiendo de nuevo una grave amenaza para el país.