Miles de manifestantes desafiaron hoy una fuerte presencia policial en Argel para realizar una marcha con motivo del segundo aniversario de un movimiento de protesta masivo que convulsionó Argelia antes de que la pandemia del COVID-19 les obligara a abandonar las calles, informó Reuters.
Al grito de "¡Un Estado civil, no un Estado militar!", "¡Basta ya!" y "¡El pueblo quiere la independencia!", los manifestantes recorrieron el centro de la capital, ondeando banderas nacionales, vigilados por un gran número de policías.
Algunos de los manifestantes esperan revivir las protestas que, dos veces por semana, recorrieron las ciudades argelinas a partir de febrero de 2019 durante más de un año, sacando regularmente a decenas de miles de personas a las calles hasta que comenzó la pandemia mundial.
"Estamos decididos a continuar nuestra batalla hasta la victoria", dijo Djamel Habi, un estudiante.
Sin embargo, algunos otros manifestantes dijeron que la marcha era simbólica y no una vuelta a las manifestaciones regulares, o que sin un liderazgo claro de la oposición aún no estaban seguros de continuar con las protestas.
Aunque las protestas de 2019 llevaron al ejército a expulsar del poder al veterano presidente Abdelaziz Buteflika, tras dos décadas en el cargo, y a encarcelar a muchos altos cargos por corrupción, muchos de los manifestantes querían un cambio más profundo.
"Nos mantendremos fieles a nuestros principios hasta que se cumplan todas las exigencias", dijo Mohamed Tadjer, un empleado de 30 años de la compañía estatal de seguros de Argelia.
"Las cosas deben cambiar. Estamos hartos", dijo Ahmed Kachime, estudiante de 25 años.
Las principales reivindicaciones de la campaña de protesta sin líderes y sin organización, conocida como Hirak (Movimiento), eran la destitución de la antigua élite gobernante de Argelia, el fin de la corrupción y la retirada del ejército de la política.
Tras la destitución de Buteflika, las autoridades celebraron unas elecciones presidenciales que los partidarios de Hirak consideraron una farsa y que dieron como resultado que Abdelmadjid Tebboune ganara la presidencia en diciembre de 2019.
Tomó algunas medidas para satisfacer las quejas de los manifestantes, incluyendo cambios menores en la constitución, pero la muy baja participación en un referéndum para afirmar las reformas indicó que sus esfuerzos tenían poco respaldo público.
Tebboune regresó a Argelia la semana pasada tras pasar la mayor parte de los últimos cuatro meses en Alemania recibiendo tratamiento médico tras contraer el COVID-19.
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