Un tribunal turco condenó a un ejecutivo de la empresa turca de aviones MNG y a dos pilotos por tráfico de inmigrantes por su papel en la huida del ex presidente de Nissan Motor Co Ltd., Carlos Ghosn, de Japón durante su fuga al Líbano hace poco más de un año, informa Reuters.
El tribunal los condenó a cuatro años y dos meses de cárcel, aunque su abogado dijo que no se esperaba que cumplieran la pena de prisión, ya que habían estado detenidos durante varios meses.
Otros dos pilotos y un auxiliar de vuelo fueron absueltos, mientras que se retiraron los cargos contra otro auxiliar de vuelo.
Ghosn, que en su día fue uno de los líderes de la industria automovilística mundial, fue detenido en Japón a finales de 2018 y acusado de no declarar su salario y de utilizar fondos de la empresa para fines personales, cargos que él niega.
El destituido presidente de la alianza de Renault, Nissan Motor Co y Mitsubishi Motors Corp había estado esperando el juicio bajo arresto domiciliario en Japón cuando escapó en diciembre de 2019 a través de Estambul a Beirut, el hogar de su infancia.
Ghosn, que tiene la nacionalidad francesa, libanesa y brasileña, sigue siendo un fugitivo y permanece en Beirut, donde anunció hace varios meses que iba a lanzar un programa universitario de negocios. Líbano no tiene tratado de extradición con Japón.
Un ejecutivo del operador turco de aviones privados MNG Jet y cuatro pilotos fueron detenidos por las autoridades turcas a principios de enero de 2020 y acusados de tráfico de inmigrantes.
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El abogado de uno de los pilotos condenados, Erem Yucel, dijo a los periodistas que recurrirían el veredicto.
El piloto condenado, Noyan Pasin, dijo que el personal y los funcionarios no habían sospechado nada malo en el vuelo, ni en Japón ni en Turquía, por lo que era un error señalar a los pilotos.
"Se esperaba que fuéramos sospechosos y se nos condenó precisamente por no serlo", dijo a los periodistas.
Los acusados fueron puestos en libertad en julio, cuando se celebró la primera vista, y no se espera que vuelvan a la cárcel debido al tiempo que han cumplido. No se sabe que Japón haya solicitado su extradición para que se les acuse allí.
La saga de Ghosn ha sacudido la industria automovilística mundial, llegando a poner en peligro la alianza Renault-Nissan, de la que era artífice, y ha aumentado el escrutinio del sistema judicial japonés.
Renault y Nissan han luchado por recuperar la rentabilidad tras su mandato, durante el cual ambos fabricantes de automóviles afirman que Ghosn se centró demasiado en aumentar las ventas y la cuota de mercado.