Un tribunal israelí prorrogó ayer el aislamiento del sheikh Raed Salah, jefe de la rama norte del Movimiento Islámico en Israel, según declaró a los medios de comunicación su abogado Khaled Zabarqa.
Esto se produjo tras la petición de los Servicios Penitenciarios israelíes de tal medida debido al supuesto peligro que Salah supone para la seguridad de Israel.
Salah cumple ahora su nueva condena de seis meses de aislamiento en la prisión de Ohli Kedar, en el desierto de Beersheba, donde pasó los seis meses anteriores aislado.
El tribunal impidió a Salah, de 62 años, hablar o reunirse con nadie, excepto con su abogado y su familia.
"El sheikh Salah es un símbolo conocido, influyente e importante para los medios de comunicación, pero según la interpretación israelí, es una amenaza para la seguridad de Israel", dijo Zabarqa, según el Centro de Información Palestino.
Salah fue detenido por las fuerzas israelíes en agosto de 2017 y acusado de incitación tras sus críticas a la instalación de detectores de metales en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén.
Fue condenado a 28 meses de prisión por un tribunal israelí. Cumplió 11 meses, la mitad de ellos en régimen de aislamiento, antes de ser trasladado a arresto domiciliario.
Tras dos años de arresto domiciliario, en agosto de 2020, Salah comenzó a cumplir una condena de 17 meses de cárcel por cargos de incitación.
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