Un informe publicado por The Africa Report ha arrojado luz sobre la gran carrera armamentística entre Marruecos y Argelia, después de que el ex presidente estadounidense Donald Trump reconociera la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
Según el informe, los ejércitos argelino y marroquí (que ocupan el segundo y el quinto lugar en África, respectivamente) están destinando fondos masivos para adquirir los últimos equipos militares. Rabat prefiere las armas estadounidenses y francesas, mientras que Argelia se centra en las armas de fabricación rusa.
El pasado mes de enero, Marruecos adquirió el sistema de defensa aérea Patriot, de fabricación estadounidense, un sistema de misiles tierra-aire de medio alcance diseñado para neutralizar las amenazas aéreas.
Marruecos cree que la compra de más armas reducirá una brecha importante, colocándolo en una mejor posición frente al ejército argelino, que está equipado con el sistema de misiles ruso S-300.
El reino marroquí también compró dos radares Ground Master 400 del fabricante francés Thales Group, que se suman a tres sistemas similares que ya posee.
LEER: Jordania abre un consulado en el Sáhara Occidental
También se espera que Marruecos reciba siete radares de la corporación estadounidense Lockheed Martin.
Estos acuerdos pueden dotar a Rabat de un sistema de vigilancia capaz de detectar objetivos que requieren radares de baja altura, según el informe.
Por otra parte, Argelia posee una amplia gama de sistemas de radar de alta calidad, como el Rezonans-NE de fabricación rusa y el YLC-8B chino.
El ejército argelino también ha adquirido cazas rusos, sobre todo cazas Sukhoi con gran capacidad de maniobra, mientras que Marruecos cuenta con aviones F-16 de fabricación estadounidense.
La tensión entre Argelia y Marruecos ha aumentado drásticamente en los últimos meses.
Marruecos ha criticado el apoyo de Argelia al Frente Polisario, que reclama la independencia del Sáhara Occidental (antigua colonia española), mientras que Argelia afirma que apoya el derecho del pueblo a decidir su destino.
El conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario se prolonga desde hace décadas por el Sáhara Occidental, que figura en la lista de territorios no autónomos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Marruecos, que controla el 80% del Sáhara Occidental, propone un régimen de autonomía bajo su soberanía. Por su parte, el Frente Polisario exige la celebración de un referéndum para determinar el destino del Sáhara Occidental bajo los auspicios de la ONU, tal y como establece el acuerdo de 1991.
Las negociaciones sobre el Sáhara Occidental, auspiciadas por la ONU con la participación de Argelia y Mauritania, están estancadas desde la primavera de 2019.