El volumen de desperdicio de alimentos a nivel mundial alcanzó los 931 millones de toneladas en 2019, de los cuales 40 millones se originaron en el mundo árabe, según anunció el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en un informe a principios de este mes.
Según la organización internacional, Egipto ocupó el primer lugar, con un total de nueve millones de toneladas de alimentos desperdiciados en 2019. Irak quedó en segundo lugar, con 4,73 millones de toneladas de desperdicio de alimentos, seguido de Sudán (4,16 millones de toneladas), Argelia (3,91 millones de toneladas), Arabia Saudí (3,59 millones de toneladas), Marruecos (3,31 millones de toneladas), Yemen (3,02 millones de toneladas), Siria (1,77 millones de toneladas), Túnez (1,06 millones de toneladas). Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Líbano, Libia, Palestina, Omán, Mauritania, Kuwait, Qatar y Bahrein son los países que menos alimentos desperdician.
El informe señalaba que "los hogares no son los únicos responsables del desperdicio de alimentos", y añadía que el desperdicio se producía "antes de que el producto llegue al consumidor final".
Explicaba que "la pérdida de alimentos se produce a lo largo de la cadena de suministro de alimentos, desde la cosecha hasta el nivel de venta al por menor, pero sin incluirlo. El desperdicio de alimentos se produce a nivel de la venta al por menor, el servicio de alimentos y el consumo".
"El informe estima que el desperdicio de alimentos de los hogares, los establecimientos minoristas y la industria de servicios alimentarios asciende a 931 millones de toneladas cada año. Casi 570 millones de toneladas de estos residuos se producen en los hogares", explicó.
El PNUMA subrayó que pretende reducir el desperdicio de alimentos a la mitad de aquí a 2030.
LEER: El ejército argelino obliga a los marroquíes a abandonar sus granjas en la frontera