El Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio respondió a una declaración emitida por varios países en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que se criticaba la trayectoria de El Cairo en materia de derechos humanos, emitiendo una contra-declaración en la que se criticaba lo que se consideraba violaciones de derechos humanos en los países que habían emitido la declaración.
El ministerio lamentó lo que describió como la injustificable "politización" de los derechos humanos, añadiendo que algunos países utilizan los derechos humanos como pretexto para encubrir sus propias y continuas violaciones de los mismos.
La declaración también condenó lo que describió como derechos humanos "relativos" en países que criticaron su situación de derechos humanos, señalando que en Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y otros países occidentales, las personas de color son tratadas como "ciudadanos de segunda clase".
Países como Finlandia, Suecia, Dinamarca, Islandia y Noruega son más respetuosos con los derechos humanos, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero una vez que los refugiados llegan a esos países, se les confiscan sus pertenencias y los políticos occidentales se enorgullecen de publicar tuits racistas contra los africanos y los musulmanes, añadió.
El 12 de marzo, varios países occidentales, entre ellos Estados Unidos, emitieron una declaración criticando la situación de los derechos humanos en Egipto.
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