Amnistía Internacional acusó ayer a las fuerzas de seguridad libanesas de torturar a los refugiados sirios detenidos, recurriendo incluso a "métodos horribles de tortura" y negándoles un "juicio justo".
En un informe titulado "Ojalá me muera", la organización de defensa de los derechos humanos afirmó haber documentado violaciones contra 26 refugiados sirios, entre ellos cuatro niños, que fueron detenidos entre 2014 y 2021, y señaló que seis de ellos siguen detenidos.
Según el informe, "en todos menos uno de los 26 casos documentados... los refugiados denunciaron haber sido torturados, ya sea durante el interrogatorio o la detención".
Los métodos de tortura enumerados en el informe incluían "golpes con palos de metal, cables eléctricos y tubos de plástico, ser colgados boca abajo u obligados a adoptar posturas de tensión durante períodos prolongados".
Amnistía dijo que las violaciones habían sido cometidas principalmente por la inteligencia del ejército libanés, en el centro de inteligencia militar de Ablah, la oficina de la Seguridad General en Beirut, o en el Ministerio de Defensa, señalando que las fuerzas de seguridad libanesas utilizaron algunos de los mismos métodos de tortura horribles utilizados en las prisiones más notorias de Siria, donde se encuentran decenas de miles de detenidos.
El informe señala que dos de las víctimas torturadas tenían 15 y 16 años y que habían sido "golpeadas tan duramente que perdieron el conocimiento".
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El informe citaba a un detenido que dijo que un agente de seguridad lo había herido tanto al golpear sus genitales que orinó sangre durante varios días.
Amnistía Internacional dijo que también ha documentado los malos tratos a dos mujeres que fueron acosadas sexualmente y agredidas verbalmente durante su detención.
"Una de ellas fue obligada a ver cómo los agentes de seguridad torturaban a su hijo y a otra se le obligó a ver cómo golpeaban a su esposo", añadió.
Además, a los detenidos se les negó un juicio justo, en el que "en muchos casos, los jueces se basaron en gran medida en confesiones obtenidas bajo tortura".
"En 14 de los casos documentados, Amnistía Internacional descubrió que las acusaciones relacionadas con el terrorismo contra los refugiados sirios se hicieron por motivos discriminatorios, incluida la afiliación política. En nueve casos, el simple hecho de expresar oposición política al gobierno sirio se consideró una prueba para justificar las condenas por cargos de "terrorismo"", añade el informe.
En muchos casos, los refugiados que escaparon de la guerra, la represión despiadada y la tortura generalizada han sido detenidos arbitrariamente e incomunicados en Líbano, donde se enfrentan a muchos de los mismos horrores empleados en las prisiones sirias
ha declarado Marie Forestier, investigadora sobre los derechos de los refugiados y los migrantes en Amnistía Internacional.
"No cabe duda de que los miembros de los grupos armados responsables de abusos contra los derechos humanos deben rendir cuentas de sus actos, pero la flagrante violación por parte de las autoridades libanesas del derecho de los refugiados sirios a las garantías procesales ha supuesto una burla a la justicia. En cada etapa, desde la detención hasta el interrogatorio, la prisión y el procesamiento en juicios injustos, las autoridades libanesas han ignorado por completo el derecho internacional de los derechos humanos", añadió.