Más de 2.200 personas perecieron en el mar tratando de llegar a Europa el año pasado, más de un tercio en la cada vez más concurrida ruta hacia las Islas Canarias de España, informó Reuters sobre la agencia de migración de la ONU.
El número real es probablemente mucho mayor, ya que los grupos de ayuda informaron de al menos cinco "naufragios invisibles" que nunca se confirmaron porque no dejaron supervivientes, dijo la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En total, se sabe que 2.276 migrantes se ahogaron mientras que 86.448 llegaron por mar a Europa en 2020, dijo la OIM en un informe. Otros 52.037 migrantes fueron interceptados en el mar.
"Es especialmente preocupante la ruta marítima a las Islas Canarias, que registró un marcado aumento de los intentos de cruce y de las muertes en 2020, a pesar de la pandemia de COVID-19 y las consiguientes restricciones de viaje", dijo.
El año pasado se perdieron casi 850 vidas en la ruta de las Islas Canarias, la mayor cifra jamás registrada, y las pruebas sugieren que el COVID-19 impulsó a muchos trabajadores de la pesca o la agricultura, muy afectados, a emigrar, dijo.
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Más de 22.000 personas han muerto desde 2014 a lo largo de las cuatro principales rutas de ultramar hacia Europa: la ruta del Mediterráneo central a Italia y Malta; la ruta del Mediterráneo oriental desde Turquía a Grecia; la ruta del Mediterráneo occidental a España; y la ruta del Atlántico a las Islas Canarias, dijo la OIM.
"La verdadera crisis en las rutas marítimas hacia Europa es la falta de una política unificada de la Unión Europea y de África destinada a una gestión segura y humana de la migración", añadió.
La ruta a las Islas Canarias desde Marruecos y África Occidental es extremadamente peligrosa debido a la duración del viaje de ultramar y a la dificultad de iniciar operaciones de búsqueda y rescate para cubrir la distancia, dijo la agencia.