El funcionario saudí que presuntamente amenazó de muerte a la investigadora de la ONU Agnès Callamard ha sido nombrado como el propio jefe de derechos humanos del Reino, Awwad Al-Awwad. Las amenazas se habrían producido mientras Callamard investigaba el asesinato del periodista del Washington Post Jamal Khashoggi en 2018 en el consulado saudí de Estambul.
Al-Awwad es un antiguo ayudante del príncipe heredero Mohammed Bin Salman. Una persona familiarizada con el asunto lo nombró por haber amenazado dos veces con "ocuparse" de Callamard en una reunión de enero de 2020 con altos funcionarios de derechos humanos en Ginebra. El exministro de Cultura e Información ha negado las acusaciones y ha planteado la posibilidad de que la historia haya sido "inventada" para distraer a la gente del "importante trabajo que estamos haciendo para avanzar en los derechos humanos en Arabia Saudí".
La afirmación de la amenaza de muerte fue reportada el martes por The Guardian. La relatora especial saliente para las ejecuciones extrajudiciales dijo que un colega de la ONU la alertó en enero de 2020 de lo que supuestamente se había dicho en una reunión con otros altos funcionarios de la ONU en Ginebra si no se le ponía freno.
Preguntada por cómo percibieron el comentario sus colegas con sede en Ginebra, Callamard respondió: "Una amenaza de muerte. Así se entendió". Además de las especulaciones sobre la identidad del funcionario saudí, también se preguntó por qué la ONU no respondió ante una denuncia tan grave.
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"Confirmamos que los detalles de la historia de The Guardian sobre la amenaza dirigida a Agnès Callamard son exactos", dijo un portavoz de la ONU a Reuters esta semana. La oficina de derechos humanos de la ONU había informado a Callamard sobre la amenaza, así como la seguridad y las autoridades de la ONU, añadió Rupert Colville.
Callamard emitió un informe en 2019 sobre el asesinato de Khashoggi. Concluyó que había "pruebas creíbles" de que Bin Salman y altos funcionarios saudíes eran responsables del asesinato del periodista, que vivía exiliado en Estados Unidos.
La inteligencia estadounidense también había llegado a una conclusión similar, pero los detalles del informe fueron suprimidos por la administración Trump. El presidente Joe Biden, sin embargo, autorizó la publicación del informe el mes pasado. En él se concluía que el príncipe heredero saudí había aprobado el brutal asesinato de Khashoggi.
Callamard también implicó a Bin Salman en una investigación de la ONU sobre el hackeo del teléfono del fundador de Amazon.com Inc, Jeff Bezos. Concluyó que su teléfono había sido hackeado con un vídeo contaminado enviado desde una cuenta de WhatsApp perteneciente al gobernante de facto de Arabia Saudí.