Human Rights Watch pidió el martes a Jordania que no deportara a los solicitantes de asilo yemeníes, advirtiendo que la deportación forzosa los expone a "sufrir daños en Yemen".
El organismo de vigilancia de derechos afirmó en un comunicado que "las autoridades jordanas han deportado al menos a cuatro solicitantes de asilo yemeníes registrados en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y han emitido órdenes de deportación contra otros que presentaron solicitudes de asilo".
Según el comunicado, las autoridades jordanas dictaron la mayoría de las órdenes de deportación después de que los yemeníes intentaran solicitar permisos de trabajo y regularizar su situación migratoria en el país.
"Desde enero de 2019, una normativa jordana ha impedido efectivamente que ACNUR reconozca como refugiados a nadie más que a los sirios, dejando a muchos sin acceso a los servicios humanitarios y en riesgo de ser deportados", señala el texto.
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El comunicado citaba a Michael Page, subdirector de Oriente Medio de Human Rights Watch, quien afirmaba que "la reputación de Jordania de acoger a los refugiados se ve empañada si envía de vuelta a personas que corren un grave riesgo de sufrir daños en sus países de origen", y añadía que "las autoridades jordanas tienen que corresponder a las palabras con los hechos, permitiendo que las personas presenten solicitudes de asilo con seguridad y obtengan los servicios disponibles para otros grupos de refugiados, como los permisos de trabajo".
Jordania acoge actualmente a unos 13.843 refugiados y solicitantes de asilo de Yemen.
Yemen sufre una violenta guerra civil desde 2014 que ha causado decenas de miles de muertos y millones de desplazados.