Las autoridades sudanesas cerraron el viernes el paso fronterizo que une la ciudad de Gallabat con Etiopía tras un ataque armado contra las fuerzas gubernamentales el jueves.
El diario Sudan Tribune citó fuentes bien informadas que afirmaron que la decisión de cerrar el paso fronterizo se tomó "en previsión del estallido de enfrentamientos violentos entre las dos partes, a la vista de las tensiones fronterizas y del estado de máxima alerta entre los servicios de seguridad sudaneses en protesta por el ataque a los soldados".
Las mismas fuentes indicaron que el sábado se celebró una reunión de emergencia entre los comités de seguridad sudaneses y etíopes para discutir la situación.
Los funcionarios etíopes expresaron su objeción a la decisión sudanesa de cerrar el paso fronterizo, e instaron a la necesidad de resolver las diferencias y las cuestiones de seguridad mediante negociaciones, al tiempo que subrayaron que el cierre de las fronteras no es una solución a la luz del intercambio comercial y los intereses comunes entre ambos países.
Los funcionarios sudaneses pidieron a Etiopía que detuviera y juzgara a los autores.
La decisión supondrá que más de 5.000 trabajadores etíopes no puedan entrar en Sudán para cosechar tierras de cultivo.
La frontera entre Sudán y Etiopía ha sido testigo de tensiones militares desde noviembre, cuando el ejército sudanés volvió a desplegar sus fuerzas en las tierras de Fashaqa y recuperó grandes extensiones de tierra agrícola que grupos etíopes habían estado cultivando bajo la protección de las milicias durante más de 25 años.
Etiopía acusa a las fuerzas armadas sudanesas de alimentar la tensión en las fronteras desplegando fuerzas en el territorio etíope y ocupando sus tierras agrícolas.