El presidente libanés, Michel Aoun, mantuvo una conversación telefónica con su homólogo sirio, Bashar Al-Assad, para discutir la demarcación de las fronteras marítimas entre Líbano y Siria, informó ayer Anadolu.
Según el ministro de Asuntos Exteriores provisional libanés, Charbel Wehbe, Aoun confirmó que el Líbano "no aceptará disminuir la soberanía sobre sus aguas".
Esta medida, según Anadolu, se produjo después de que el régimen sirio ofreciera a una compañía petrolera rusa el derecho a realizar exploraciones petrolíferas en una zona marítima disputada en el Mediterráneo.
En declaraciones al canal privado libanés MTV el martes, Wehbe confirmó que su país se aferra a la demarcación de las fronteras marítimas mediante negociaciones.
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"El último recurso sería recurrir a los tribunales internacionales", dijo Wehbe, añadiendo que Beirut no atacará a Damasco por la disputa marítima.
Mientras que la mayoría de las fronteras terrestres entre los dos países fueron demarcadas en 1971, las fronteras marítimas entre Siria y Líbano no han sido delimitadas.
El Líbano pretende poner fin a la demarcación marítima con Siria tras el descubrimiento de recursos petrolíferos y de gas en el Mediterráneo, donde el régimen de Assad ofreció en marzo un contrato a una empresa rusa para realizar exploraciones petrolíferas en la zona en disputa conocida como bloque nº 1.