Israel ha levantado la orden de llevar máscaras en los espacios exteriores después de que alrededor del 56% de la población se haya vacunado completamente, informa Reuters.
El ministro de Sanidad, Yuli Edelstein, instó a la población a seguir llevando máscaras para entrar en espacios públicos cerrados, donde siguen siendo necesarias.
Mientras tanto, los israelíes que deseen regresar al país pero que aún no se hayan vacunado deben seguir autoaislándose, mientras que se está limitando la entrada de viajeros extranjeros por temor a que las variantes del virus puedan desafiar la vacuna.
"Estamos a la cabeza del mundo en estos momentos en lo que respecta a la salida del coronavirus", dijo el Primer Ministro Benjamin Netanyahu a los periodistas. "[Pero] todavía no hemos acabado con el coronavirus. Puede volver".
Los nuevos contagios diarios de coronavirus en Israel han descendido desde un máximo de 10.000 en enero a unos 100 casos en los últimos días.
Sin embargo, la aceptación de la vacuna en los territorios ocupados por Israel no ha sido tan alta, ya que las autoridades de ocupación no han proporcionado vacunas a los palestinos que viven bajo su brutal régimen.
Las organizaciones de derechos humanos han argumentado que el derecho internacional exige que Israel proporcione a los palestinos un acceso a las vacunas similar al de sus propios ciudadanos como potencia ocupante. Muchos han dicho que se trata del "apartheid de las vacunas israelí".
La Franja de Gaza asediada registró ayer el mayor número de víctimas mortales por COVID-19, según informó el Ministerio de Sanidad palestino en el enclave costero.
Según el informe diario emitido por el ministerio, 23 personas murieron a causa del coronavirus y se produjeron 446 nuevas infecciones.
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