En Turquía, el segundo país del mundo en cuanto a nuevos casos de coronavirus, un reciente aumento ha hecho que las infecciones activas alcancen un pico equivalente a casi el 1% de las personas en edad de trabajar, según un cálculo basado en datos del Ministerio de Sanidad, según informa hoy Reuters.
Las muertes por COVID-19 alcanzaron ayer la cifra récord de 341, a pesar de que se han administrado más de 20 millones de vacunas.
Alrededor de 551.000 turcos tienen casos activos de COVID-19, en comparación con una población en edad de trabajar de unos 57 millones, según un cálculo de Reuters de las muertes oficiales, las recuperaciones y el total de casos.
El país, con una población de 84 millones de habitantes, ocupa el cuarto lugar en cuanto a nuevos casos del virus en una media de siete días. En los dos últimos días, sólo India, mucho más grande, ha superado el número de casos de Turquía.
Estambul y otras zonas del noroeste, densamente poblado, se han convertido en focos de infección, y el presidente Tayyip Erdogan dio la semana pasada un giro para endurecer las restricciones sociales durante el mes de ayuno islámico del Ramadán.
El ministro de Sanidad dijo ayer que los trabajadores sanitarios están sintiendo la carga en Estambul y en las provincias de Canakkale y Tekirdag, donde las unidades de cuidados intensivos están llenas en más de dos tercios.
Hasta 300 personas esperaron ayer a última hora de la tarde frente al hospital de la ciudad de Ankara, después de que las personas de 55 años o más tuvieran derecho a la vacuna.
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"Cuando vi la cola pensé que todo el mundo en Ankara es mayor de 55 años", dijo Ayse Filiz Balkanli, de 56 años, una banquera jubilada que esperó más de una hora.
"Al principio estábamos muy preocupados, pensando que podríamos contagiarnos del virus, pero cuando vimos que la cola avanzaba rápido nos sentimos aliviados".
Hikmet Dogan, trabajador de un hotel que se vacunó por primera vez en Estambul este mes, dijo sobre el aumento de las cifras: "La gente está muy frustrada. Quieren salir a comprar".
Los nuevos casos alcanzaron un pico de más de 63.000 el pasado viernes, y se han multiplicado por cinco desde principios de marzo, cuando Erdogan aflojó las restricciones sociales en lo que llamó un periodo de "normalización controlada".
El Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud, con sede en Estados Unidos, estima que la tasa de hospitalización en Turquía alcanzará su punto máximo la próxima semana y la tasa de mortalidad diaria en torno al 5 de mayo.
El programa de vacunación comenzó a mediados de enero y ha suministrado unos 20,3 millones de dosis, de las cuales casi ocho millones de personas han recibido dos vacunas, según datos del gobierno.