El primer ministro libio, Abdul Hamid Dbeibeh, visitó Ankara la semana pasada con una gran delegación que incluía cinco viceprimeros ministros, 14 ministros y el jefe de gabinete para participar en la primera reunión del Consejo de Cooperación Estratégica Turquía-Libia. Dbeibeh quiere llevar a cabo una política exterior equilibrada, aunque se comunica con todos los gobiernos que han tenido un papel en la desestabilización de su país en los últimos años, al tiempo que da especial importancia a Turquía, que ha contribuido a aportar cierto grado de estabilidad a Libia gracias a la frontera marítima de 2019 y otros acuerdos.
Como primer ministro desde hace apenas un par de meses, Dbeibeh es muy consciente de que excluir militarmente a Turquía de la ecuación libia pondrá en peligro el futuro político de su país. También sigue de cerca el plan del renegado mariscal de campo Khalifa Haftar de construir tres enormes proyectos de viviendas para 12 millones de personas en las afueras de Bengasi. En medio de todo esto, Italia y Francia intentan liderar el proceso de reconstrucción de Libia, mientras que Grecia intenta convencer a los libios de que anulen el memorando de entendimiento suscrito con Turquía que delimita la frontera marítima en el Mediterráneo oriental.
Egipto, por su parte, está ocupado en cortejar a Túnez para limitar la influencia de Turquía en la región. Es evidente que la competencia entre Egipto y Turquía parece que va a continuar en los asuntos libios, a pesar de la convergencia entre ellos sobre la división de áreas de autoridad en el Mediterráneo oriental. Por ejemplo, El Cairo está intentando que Túnez se preocupe por la presencia turca en la base aérea de Al-Watiya, en el oeste de Libia. Parece que la tensión existente entre Ankara y El Cairo coexiste con una reciente mejora de sus relaciones.
Un gran número de agentes en los asuntos libios están tratando de excluir a Turquía de la ecuación. Dbeibeh, que es un conocido hombre de negocios, trata de establecer un equilibrio basado en el principio del beneficio mutuo para todas las partes. Si tiene éxito, tendrá la oportunidad de participar en las elecciones generales previstas para diciembre y posiblemente gobernar Libia durante mucho tiempo.
No cabe duda de que Ankara tiene una importancia indispensable y estratégica en la política equilibrada que busca el primer ministro debido, sin duda, a sus vínculos históricos con Libia. Además, Turquía puede proporcionar ayuda para reconstruir el país norteafricano, devastado por 10 años de guerra, y para garantizar que pueda retomar su papel en la comunidad internacional.
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Libia está bien situada geográficamente en la ruta tradicional desde Oriente Medio a través del norte de África hacia el oeste del continente, y desde África hacia Europa. También formó parte del Imperio Otomano durante 400 años. Su importancia aumentó en 1959 con el descubrimiento de yacimientos petrolíferos de gran calidad.
Por lo tanto, Turquía está segura de seguir apoyando al gobierno de Trípoli formado mediante el Acuerdo Político Libio de 2015 y reconocido por las Naciones Unidas como la autoridad legítima del país. Ankara cree que Libia puede deshacerse de sus dificultades actuales a través de negociaciones con todas las partes interesadas, con el objetivo final de ser política, económica y socialmente estable.
Traducido de Al Quds Al Arabi, 14 de abril de 2021 y editado para MEMO.
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