Tras el mortífero incendio que se cobró la vida de más de 80 pacientes de COVID-19, el ministro de Sanidad iraquí y el gobernador de Bagdad han sido suspendidos, informó la Agencia Anadolu.
En una sesión especial del Gabinete celebrada el domingo, el ministro de Sanidad, Hassan Al-Tamimi, y el gobernador de Bagdad, Muhammad Jaber, fueron suspendidos y trasladados para ser investigados, según un comunicado de la oficina de medios del primer ministro, Mustafa Al-Kadhimi.
Añadió que se había creado una comisión presidida por el ministro del Interior, Othman Al-Ghanimi, para investigar el mortífero incendio del hospital Ibn Al-Khatib y hacer rendir cuentas a los responsables.
El incendio del hospital Ibn al-Jatib de la capital, Bagdad, se cobró a última hora del sábado la vida de 82 personas y dejó heridas a otras 110, según el Ministerio del Interior.
Según los medios de comunicación locales, el incendio fue causado por la explosión de tanques de oxígeno en el hospital, donde se trataba a pacientes con coronavirus.
El gobierno iraquí declaró tres días de luto nacional por las víctimas del incendio.
LEER: El ejercito iraquí asegura que no necesitan tropas estadounidenses