El primer ministro yemení, Maeen Abdulmalik Saeed, llegó ayer a la provincia oriental de Hadhramaut por primera vez desde que huyó en marzo de la capital interina, Adén, a Arabia Saudí, donde tiene su sede el gobierno en el exilio reconocido por la ONU desde 2015.
Saeed fue recibido por el gobernador de Hadhramaut, Faraj Al-Bohsoni, en el aeropuerto de Al-Riyan, situado en la capital provincial de Mukalla. Se espera que participe en un viaje de varios días que incluirá las provincias de Mahra y Shabwa.
Sin embargo, el Portal de Noticias de Yemen también ha informado de que existen planes para que el palacio presidencial de Muakalla sirva de cuartel general permanente para Saeed, y se espera que las fuerzas respaldadas por los EAU le ofrezcan protección.
LEER: Las fuerzas extranjeras comienzan a desalojar las bases en Afganistán
A principios de este mes, el gobierno yemení anunció que el aeropuerto de Al-Riyan -el tercero más grande del país- había sido reabierto para los vuelos nacionales después de haber sido suspendido durante casi seis años debido a que EAU, socio de la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen, lo convirtió en una base militar en 2016 un año después de que cayera bajo el control de Al-Qaeda. También ha habido acusaciones de que los EAU habían convertido el aeropuerto en una prisión ilegal.
La Agencia de Noticias de Yemen informó de que las facciones respaldadas por EAU habían participado en un desfile militar en las calles de Mukalla en el aniversario de lo que los medios emiratíes denominan "liberación de Hadhramaut".
El primer ministro Saeed y los miembros de su gabinete huyeron de la ciudad portuaria de Adén en marzo, después de que las milicias del Consejo de Transición del Sur (STC), apoyadas por los EAU, asaltaran el Palacio Presidencial de la ciudad, al parecer por el impago de salarios y el deterioro de las condiciones de vida. En diciembre, tras la formación del nuevo gobierno de unidad, la llegada del gabinete de Saeed desde Riad fue recibida con ataques con cohetes en el aeropuerto de Adén que dejaron al menos 25 muertos, aunque ningún funcionario del gobierno estuvo entre las víctimas.