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¿Está en peligro la democracia en Túnez?

Vista general del Parlamento en Túnez, Túnez, el 9 de junio de 2020 [Yassine Gaidi/Anadolu Agency].

Túnez asiste actualmente a un prolongado estancamiento político en medio de una creciente tensión y temor por el futuro del país y los ideales democráticos en el mundo árabe.

El núcleo del estancamiento político al que se enfrenta el país reside en un conflicto entre las tres presidencias de Cartago, Kasbah y Bardo (la institución de la presidencia, el gobierno y el parlamento). Esto se produce mientras circulan rumores sobre el golpe del presidente Kais Saied contra las instituciones soberanas, su intento de gobernar en solitario y de hacer retroceder a Túnez mediante la consolidación de un régimen dictatorial.

El reciente discurso de Saied sobre su poder absoluto sobre las fuerzas de seguridad, despojando al primer ministro de las competencias que le otorga la Constitución, y la reciente visita que realizó a Egipto para reunirse con Abdel Fattah El-Sisi, han ahondado aún más los temores creando un estado de confusión.

La democracia amenazada

El profesor de historia y analista político Monther Bin Youssef, en una entrevista exclusiva con Arabi21, explicó su valoración de la situación: "La Constitución de 2014 aprobó el principio de separación y distribución de autoridades para evitar el retorno a la dictadura y al gobierno individual."

Bin Youssef añadió: "Sin embargo, esta opción se ha visto obstaculizada por muchos factores, que han provocado la inestabilidad en la experiencia transitoria tunecina durante una década."

Y continuó: "El conflicto por el poder entre las tres presidencias es uno de los factores que explican el fracaso del sistema actual y el estado de inestabilidad. Los capítulos de este conflicto han variado a lo largo de la última década".

El analista político opinó que: "El conflicto ha llegado a su punto álgido bajo la presidencia de Kais Saied, en medio de las desavenencias que mantiene tanto con Rached Ghannouchi (presidente del parlamento) como con Hichem Mechichi (primer ministro), hasta que el conflicto dio un giro peligroso, amenazando la experiencia de la transición democrática y toda la experiencia tunecina."

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"El conflicto se hizo público y se expuso, ya que Kais Saied acusó a sus oponentes de representar a un lobby corrupto amparado por personas en el poder, que pretenden aislar fabricando un expediente de salud y a través del Tribunal Constitucional. Por ello, trató de obstruir y socavar el sistema existente retrasando su aceptación de la iniciativa de diálogo nacional presentada por la Unión General Tunecina del Trabajo hace meses, y obstaculizando la remodelación del gabinete y la elección de los miembros del Tribunal Constitucional. Todos estos son episodios de un plan integrado, a través del cual Saied está presionando para lograr una alianza temporal con el Partido Destouriano Libre con el objetivo de agravar al máximo la escena parlamentaria y política, empujándola a colapsar por sí misma".

Asimismo, el periodista Ziad El-Hani confirmó en una entrevista con Arabi 21: "La experiencia democrática en Túnez está amenazada".

En cuanto a los motivos de esta crisis, El-Hani afirmó: "En mi opinión, (la crisis) no está causada por el conflicto político, que es típico en toda democracia, sino por el impacto de este conflicto en las instituciones del Estado y en la capacidad del gobierno, de cualquier gobierno, para centrarse en la solución de las cuestiones económicas y sociales que amenazan con profundizar el estado de desprecio popular, y salvar al país del estancamiento."

Añadió: "De acuerdo con esta demarcación, la sombra de una potencial reinstauración de la dictadura es persistente y puede convertirse en una realidad teniendo en cuenta el enfado popular por el deterioro de las condiciones de vida y la debilidad de las élites políticas que han asumido el liderazgo del país sin estar cualificadas para la tarea."

"La situación es cada vez más peligrosa, ya que el presidente sigue atacando las débiles y desgastadas instituciones gubernamentales que emanaron de la Constitución de 2014 para supuestamente encarnar los ideales de la revolución. Sin embargo, no sabe que si el sistema revolucionario cae, se derrumbará con todos sus componentes políticos e institucionales, incluida la presidencia", predice El-Hani.

Una experiencia continuada

Por otro lado, la diputada del Movimiento Ennahda Yamina Zoghlami comunicó en una declaración exclusiva a Arabi21 que "La experiencia democrática en Túnez es estable. Los jóvenes que salieron a la calle en la revolución para desafiar a un régimen opresivo y dictatorial y creen firmemente en una patria libre y en un régimen democrático no permitirán la destrucción de su revolución".

Zoghlami no ocultó su preocupación, declarando: "Es cierto que la experiencia democrática pasa por la agitación, la fragilidad, la selección imprudente de funcionarios, los conflictos políticos y las personas en puestos de decisión que no se preocupan por los intereses del pueblo. Sólo hacen recorridos turísticos y visitan cementerios mientras trabajan para empeorar la situación".

La diputada tunecina pidió a los votantes que "hagan la elección correcta" para evitar caer en lo que describió como un populismo odioso, que existe en la derecha y en la izquierda y que supone el mayor peligro.

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Sobre la vuelta a la dictadura, Zoghlami expresó: "Jamás, la Constitución de 2014 representa un fuerte momento definitorio resultado de la revolución y de la resistencia de nuestra democracia. No volveremos a la dictadura".

Y añadió: "Pero, por desgracia, hay una gran laguna de la que todos nos responsabilizamos por no haber procedido a establecer el Tribunal Constitucional, que es una tarea que se ha hecho más necesaria que nunca."

El impacto de la visita de Saied a Egipto

La visita de Saied a Egipto fue calificada de sospechosa y de traicionera puñalada en la espalda de la Túnez democrática, mientras que los observadores la relacionaron con las posteriores declaraciones del presidente tunecino.

Bin Youssef considera que esta decisión "representó un cambio peligroso y decisivo en las relaciones entre las partes del conflicto. Kais Saied, que regresó de Egipto con una carga de ideas encendidas, hizo su primer ataque al Islam político durante su discurso en la mezquita de Al-Zaytuna para felicitar al pueblo por el inicio del Ramadán. Luego, de nuevo, repitió la jugada con motivo del Día Nacional de las Fuerzas de Seguridad Interior cuando declaró su control exclusivo sobre la dirección del ejército y las fuerzas de seguridad".

El analista político añadió que los últimos movimientos del presidente declaraban que el conflicto había llegado a un punto de no retorno y que el diálogo se había vuelto inútil. Concluyó subrayando que era: "El último clavo en el ataúd de la iniciativa de diálogo nacional y una confirmación de que el conflicto había entrado en la fase de ruptura de la batalla, ya que la disputa se ha centrado en el estamento militar y de seguridad".

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

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