El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, tiene la intención de participar en una conferencia organizada por el Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí (AIPAC) el 6 de mayo. Se trata de un paso interpretado como un intento de ganar el apoyo del lobby pro-israelí en América tras la adopción por parte de la administración Biden de una posición ambigua sobre el Sáhara Occidental.
El sitio web de noticias progubernamental Le 360 informó que el AIPAC ha confirmado la primera participación formal de Marruecos en las actividades del influyente grupo de presión pro-israelí. Bourita, dijo, será entrevistado en línea como parte del Programa de Primavera del Atlántico Medio la próxima semana.
Marruecos trata de desarrollar sus relaciones con Israel y su lobby en Estados Unidos tras haber aceptado normalizar las relaciones con el Estado de ocupación en diciembre del año pasado. La medida formaba parte de un acuerdo por el que el entonces presidente estadounidense Donald Trump reconocía la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental a cambio de reanudar las relaciones con Israel.
La administración del sucesor de Trump, Joe Biden, no tiene la misma visión para el territorio en disputa. El embajador de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la ONU pidió la semana pasada la reanudación de las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario, al tiempo que instó al Secretario General de la ONU a acelerar el nombramiento de un enviado para el Sáhara Occidental. El embajador no hizo ninguna referencia a la soberanía de Marruecos sobre el territorio en disputa.
De ahí que Marruecos se muestre inquieto ante la actual postura de Estados Unidos. El lobby pro-israelí en Estados Unidos, por su parte, está preocupado por la aparente falta de voluntad de Biden para expresar una postura clara sobre la cuestión. El periódico marroquí Hespress citó a un sitio web estadounidense especializado en el análisis de políticas, Jewish Insider, diciendo que la existencia de relaciones diplomáticas plenas entre Marruecos e Israel pende de la intención de la Casa Blanca de revelar su posición sobre una revisión de la decisión de Trump sobre el Sahara Occidental.
Jewish Insider también dijo que en el caso de que Biden se retracte de la decisión de Trump, Marruecos posiblemente interrumpirá de nuevo las relaciones diplomáticas con Israel o se abstendrá de fortalecer estos lazos. Señaló que la cuestión sigue causando división en el Senado de los Estados Unidos.
Las autoridades marroquíes justificaron ante sus ciudadanos la reanudación de las relaciones con Israel alegando que se trataba de una victoria histórica, con el reconocimiento por parte de Trump de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental como contrapartida. Sin embargo, Rabat está ahora muy preocupado por la ambigüedad de la posición de Washington, dado que el equipo de Biden no ha retirado formalmente la decisión del ex presidente, a pesar del movimiento del embajador en el Consejo de Seguridad la semana pasada.
No ha habido ningún comentario oficial por parte de Marruecos sobre la posición de Estados Unidos, aunque fuentes de los medios de comunicación y figuras progubernamentales han expresado su malestar por la nueva política de Washington para el Sáhara Occidental.
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