Egipto está estudiando planes para mitigar los "posibles" riesgos del segundo llenado de la presa del Gran Renacimiento Etíope, según anunció el domingo el Ministerio egipcio de Recursos Hídricos e Irrigación.
"Tenemos cuatro grandes planes para mitigar los efectos de cualquier posible crisis del agua", dijo el portavoz del ministerio, Mohamed Ghanem, a Masrawy, subrayando que todos los escenarios se prepararon en caso de "las peores condiciones posibles".
Ghanem añadió que el ministerio había comenzado a ejecutar un: "Un proyecto de rehabilitación del agua que consiste en el trazado de 8.200 kilómetros con un coste total de 80.000 millones de libras esterlinas (5.100 millones de dólares)", señalando que el proyecto permitiría el flujo de agua en los extremos de las tierras y reduciría las tasas de desperdicio.
"Nuestro segundo plan de riesgo es el mantenimiento y la construcción de 92 estaciones de mezcla y elevación de agua que funcionen y drenen eficazmente el agua, especialmente en los momentos de mayor demanda", explicó.
El funcionario señaló que el tercer plan del ministerio era poner en marcha el "El proyecto Sahara Al-Mahsama para descargar un millón de metros cúbicos al día, y la estación de drenaje Bahr El-Baqar, la mayor del mundo que trata cinco millones de metros cúbicos al día. Además, el ministerio tiene previsto inaugurar la nueva planta de Hammam que da servicio a todos los nuevos proyectos del Delta", aclaró Ghanem.
Egipto, Sudán y Etiopía mantienen desde hace tiempo una disputa por el temor de El Cairo a que la presa pueda afectar a su cuota anual de agua del río Nilo, la principal fuente de agua potable del país. Etiopía ha confirmado que volverá a llenar el embalse situado detrás de la gigantesca presa hidroeléctrica cuando comiencen las lluvias estacionales este verano, una medida a la que se oponen tanto Sudán como Egipto.
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