El Departamento de Estado de EE.UU. ha desmentido las informaciones de los medios de comunicación cercanos al Palacio Real de Rabat, en Marruecos, sobre la decisión de la administración de Joe Biden sobre el expediente del Sahara Occidental. También ha desestimado las noticias relativas al anuncio del Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken a su homólogo marroquí Nasser Bourita de que la decisión del ex presidente estadounidense Donald Trump no sería revocada.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. confirmó el martes que la administración de Biden no había tomado una decisión sobre mantener o revertir la decisión de Trump de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
Marruecos está en conflicto con el grupo separatista Polisario, apoyado por Argelia, por el Sahara Occidental desde 1975. Esto dio lugar a un enfrentamiento armado que duró hasta 1991 y que terminó con la firma de un acuerdo de alto el fuego. Rabat insiste en su derecho a gobernar la región, pero propuso un gobierno autónomo en el Sáhara Occidental bajo su soberanía. Sin embargo, el alto el fuego de 1991 llegó a su fin el año pasado, después de que Marruecos reanudara las operaciones militares en el paso de El Guerguerat.
La semana pasada, se informó de que Blinken dijo a Bourita que la actual administración estadounidense no revocaría el reconocimiento de Trump de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, al menos por el momento.
El portavoz, que prefirió no ser nombrado, dijo al canal de televisión estadounidense Alhurra: "No se ha tomado tal decisión. Actualmente estamos llevando a cabo conversaciones privadas con las partes contendientes sobre la mejor manera de impulsar el expediente y no tenemos nada más que anunciar."
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En enero de 2021, antes de asumir formalmente el cargo, un funcionario del equipo de transición de Biden reveló que la reciente decisión de Trump sobre la cuestión del Sáhara Occidental fue un movimiento de última hora y que actualmente se está reevaluando.
El mismo funcionario confirmó al Washington Post que las decisiones tomadas en ese momento fueron: "Maniobras de última hora, y están actualmente en revisión. La próxima administración decidirá sobre este asunto teniendo en cuenta un único criterio, que es el interés nacional".
Según la misma fuente, estas cuestiones se tomaron bajo la presión ejercida por el yerno y asesor de Trump, Jared Kushner, para premiar a los países que acepten la normalización con la ocupación israelí.
Varios diplomáticos y políticos estadounidenses pidieron a Biden que revirtiera la decisión de Trump sobre el Sáhara Occidental, al tiempo que coincidían en que la decisión constituía un golpe a las constantes de la política exterior estadounidense y a sus posiciones sobre el conflicto.