La política israelí de demolición de viviendas en la Cisjordania ocupada tiene como objetivo reducir la presencia palestina y vaciar la tierra de su población autóctona, declaraba ayer el secretario general de la Organización Islámico-Cristiana para la Victoria de Jerusalén y los Lugares Santos.
"Las autoridades israelíes han estado demoliendo casas palestinas a un ritmo mayor en los últimos años por supuestas razones de seguridad y por la ausencia de permisos legales de construcción", dijo Hanna Issa a los periodistas. Señaló que la intención israelí es judaizar la ciudad santa.
Estas demoliciones, añadió Issa, están prohibidas por el artículo 33 de la Cuarta Convención de Ginebra. "La demolición de viviendas constituye una violación del derecho a una vivienda adecuada según el derecho internacional. Las autoridades de ocupación son, por el contrario, muy indulgentes con las violaciones de las normas de construcción por parte de los colonos en los asentamientos ilegales."
Además, el gobierno israelí, explicó, no ha tomado ninguna medida real para evacuar a los colonos de las zonas palestinas. "En cambio, les ha animado a apoderarse de más tierras palestinas".
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