Un diplomático iraní condenado a 20 años de prisión por planear un atentado en Francia ha renunciado a un recurso en Bélgica y cumplirá su condena, según informó ayer su representante.
Las autoridades belgas han dicho que se opondrán a cualquier posible acuerdo de intercambio con presos occidentales, según los abogados.
Assadolah Assadi fue declarado culpable de tentativa de terrorismo en febrero, tras un complot frustrado para poner una bomba en un mitin de 2018 del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (NCRI), un grupo opositor con sede en Francia.
Fue la primera vez que un funcionario iraní fue juzgado por sospecha de terrorismo en Europa desde la revolución iraní de 1979.
"Este ha sido un juicio político desde el principio y él no quiere seguir participando", dijo el abogado de Assadi, Dimitri de Beco, a los periodistas en Amberes, donde fue condenado el 4 de febrero.
Los jueces habían dictaminado que la inmunidad diplomática como tercer consejero de la embajada de Irán en Viena no protegía a Assadi de las acusaciones de utilizar el puesto para el terrorismo de Estado.
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En su sentencia, el tribunal belga dijo que dirigía una red de inteligencia estatal. Assadi compró explosivos para el complot de París con él en un vuelo comercial a Austria desde Irán, dijo.
La misión de Irán ante la UE dijo en un comunicado que Bélgica había infringido el derecho internacional y que Teherán se reservaba el derecho a recurrir a todos los mecanismos legales.
Assadi no asistió a las audiencias judiciales ni a la sentencia, que se celebró a puerta cerrada y con altas medidas de seguridad.
Fue detenido en Alemania, pero Bélgica aceptó celebrar el delicado juicio porque dos de los otros sospechosos eran de nacionalidad belga-iraní y fueron detenidos en Bélgica.
Un tercero fue detenido en Francia. Los tres fueron condenados a largas penas.
Los abogados del NCRI dijeron que había garantías del Estado belga de que no habría intercambio de Assadi por presos occidentales en Irán, citando la separación de poderes entre las decisiones judiciales y políticas y una garantía escrita del gobierno belga.
La República Islámica ha rechazado todos los cargos de terrorismo, calificando las acusaciones de atentado en París como una maniobra de "falsa bandera" del NCRI, al que considera un grupo terrorista.