El Ministerio de Asuntos Exteriores de Libia ha condenado el asalto a la mezquita de Al-Aqsa y a los fieles palestinos por parte de las fuerzas de ocupación israelíes, ha informado Anadolu. Ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que asuma su responsabilidad legal de garantizar la protección del pueblo palestino.
"El Estado de Libia condena el asalto de las fuerzas de ocupación [israelíes] a las plazas de la mezquita de Al-Aqsa y el ataque a los fieles palestinos desarmados mientras realizaban sus oraciones durante el bendito mes de Ramadán", ha declarado el ministerio. Libia también condena las prácticas de las autoridades de ocupación relacionadas con el desplazamiento forzoso de familias palestinas de la ciudad santa de Jerusalén.
En referencia al desalojo planeado de palestinos de sus hogares familiares en el barrio Sheikh Jarrah de la ciudad, reza el comunicado que "estas prácticas constituyen una flagrante violación del derecho internacional y humanitario, y corren el riesgo de agravar la situación con resultados potencialmente peligrosos que amenazan la vida de los civiles palestinos y socavan la posibilidad de una paz justa y completa en la región."
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El ministerio de Trípoli añadió que los lugares sagrados de musulmanes y cristianos en los territorios palestinos ocupados deben ser protegidos.
Desde el comienzo del Ramadán, la ciudad de Jerusalén ha sido testigo de los ataques de la policía israelí y de los colonos contra los palestinos, especialmente en la Puerta de Damasco, en el límite de la Ciudad Vieja ocupada, y en el barrio de Sheikh Jarrah.
El viernes por la noche, los ataques israelíes contra fieles en el interior de la mezquita de Al-Aqsa se cobraron 205 heridos. La mayoría de las víctimas fueron atacadas en la cara, los ojos y el pecho por agentes de policía que dispararon balas de metal recubiertas de goma, informó la Media Luna Roja Palestina.