El primer ministro argelino, Abdelaziz Djerad, declaró ayer que su país se ha negado a pedir dinero prestado al FMI para no socavar su soberanía, informó Anadolu.
El primer ministro dijo que su gobierno decidió mantener los equilibrios financieros a través de ciertas medidas a la luz de la lucha contra el COVID-19, pero se negó absolutamente a recurrir al FMI.
Djerad afirmó que Argelia está sometida actualmente a "presiones políticas" destinadas a que su economía sea controlada por determinados partidos, que no mencionó, y subrayó: "Esto se rechaza completamente".
Algunos países se han hundido después de pedir préstamos a terceros, dijo, ya que éstos "impusieron estructuras políticas" a estos países.
En 2020, la ley presupuestaria abrió la puerta al endeudamiento internacional para hacer frente al déficit de 22.000 millones de dólares que afecta al presupuesto debido al COVID-19 y a la caída de los precios del petróleo.
Los ingresos procedentes del comercio del petróleo contribuyen al 90% del presupuesto argelino.
En los años 90, Argelia se endeudó en 32.000 millones de dólares, lo que le obligó a adoptar medidas de austeridad que incluían el cierre de miles de instituciones y el despido de decenas de miles de trabajadores.
A mediados de la década pasada, Argelia decidió pagar la mayor parte de sus deudas. Sólo quedan 3.000 millones de dólares por pagar.
LEER: Un tribunal español cita al líder del Frente Polisario por un caso de "crímenes de guerra"