El régimen de Bashar al-Assad en Siria ataca los campos cultivados en las zonas rurales de las provincias de Idlib, Alepo y Hama e impide a los agricultores recoger sus cosechas, informó la Agencia Anadolu.
Las fuerzas del régimen, que quemaron miles de hectáreas de campos de trigo con un ataque apodado "la bomba del hambre", tienen como objetivo impedir que los agricultores recojan sus cosechas y hacer pasar hambre a decenas de miles de civiles.
Midyen al-Hussein, presidente del consejo local de Kaston, en Hama, dijo a la Agencia Anadolu que el régimen causó grandes daños con armas tierra-tierra, subrayando que los campos eran la única fuente de ingresos para los habitantes de la región.
En Kaston, el régimen quemó 2.500 decáreas (618 acres) de campos de trigo en violación del alto el fuego, dijo al-Hussein.
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Añadió que muchos agricultores buscan ahora nuevos trabajos en otras tierras agrícolas y esperan las ayudas de los paquetes de alimentos.
Otro agricultor, Halit abu Ahmed, que regresó a su pueblo tras el alto el fuego, dijo que el régimen de Assad violó con frecuencia el alto el fuego y quemó sus cultivos en el pueblo de Duqmaq, en el oeste de Hama.
"El régimen quemó casi 400 decáreas (99 acres) de campos de trigo en Duqmaq", dijo. "Los agricultores apagaron el fuego en los campos con sus tractores".
Siria está sumida en una cruenta guerra civil desde principios de 2011, cuando el régimen de Assad reprimió las protestas prodemocráticas.
Turquía y Rusia acordaron un alto el fuego en Idlib en marzo de 2020 para evitar una escalada.
Sin embargo, el régimen sirio ha roto constantemente los términos del alto el fuego, lanzando frecuentes ataques dentro de la zona de desescalada.