El régimen sirio de Bashar Al-Assad fue elegido la semana pasada para formar parte del consejo ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que ha provocado la indignación de los trabajadores médicos y los activistas, que temen que utilice su puesto para cortar la ayuda a millones de sirios.
El consejo ejecutivo de la organización de las Naciones Unidas, formado por 34 miembros con mandatos de tres años, tiene la responsabilidad de establecer el orden del día de la Asamblea de la Salud y aplicar las políticas y decisiones acordadas.
Muchos consideran irónico el nombramiento de Siria en el consejo, teniendo en cuenta que el régimen de Assad y su aliado Rusia han bombardeado numerosos hospitales e instalaciones médicas durante los diez años de conflicto en curso, cometiendo crímenes de guerra contra instalaciones protegidas por el derecho internacional.
Según un informe de la ONG Physicians For Human Rights, se han llevado a cabo 598 ataques contra instalaciones y personal sanitario sirio, 350 instalaciones sanitarias han sido objeto de ataques y 930 profesionales médicos han muerto a lo largo del conflicto.
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El nombramiento fue condenado por activistas de todo el mundo y por trabajadores médicos en el noroeste de Siria, en manos de la oposición, especialmente por el temor de que el régimen utilice su posición para estrangular la línea de ayuda a la provincia de Idlib, donde millones de sirios desplazados necesitan ayuda urgente.
El director ejecutivo de la ONG UN Watch, con sede en Suiza, Hillel Neuer, también criticó la medida: "Elegir a Siria para gobernar el principal organismo sanitario del mundo es como contratar a un pirómano para que sea el jefe de bomberos de la ciudad. El régimen sirio de Assad bombardea sistemáticamente hospitales y clínicas, matando a médicos, enfermeras y otros mientras atienden a los enfermos y heridos."
"Los profesionales de la salud también han sido detenidos, desaparecidos, encarcelados, torturados y ejecutados", añadió Neuer. "Elegir a este régimen asesino para gobernar el máximo organismo sanitario del mundo es un insulto a los millones de víctimas de Assad, y envía un mensaje terrible".
En enero se reveló que la OMS había utilizado una aerolínea sancionada afiliada al régimen sirio para entregar ayuda a Libia.