La Corte Penal Internacional ha pedido a Sudán que entregue a uno de los principales acusados de crímenes de guerra y genocidio en Darfur y aliado del derrocado presidente Omar Hassan al-Bashir, según ha declarado el miércoles el fiscal jefe de la CPI, que está de visita, informa Reuters.
El acusado, Ahmed Haroun, solicitó en mayo ser enviado a La Haya, sede del tribunal, quejándose de que no recibiría un juicio justo en Sudán.
La fiscal jefe de la CPI, Fatou Bensouda, dijo en una conferencia de prensa que Bashir, encarcelado en Jartum, seguía siendo buscado por la CPI y que el tribunal estaba dispuesto a negociar con el gobierno sudanés sobre el lugar en el que debería celebrarse su juicio.
Bashir se ha resistido durante años a las órdenes de detención de la CPI contra él y cuatro aliados, entre ellos Haroun, por el conflicto en la región occidental de Sudán, en el que se calcula que murieron 300.000 personas y 2,5 millones se vieron obligadas a abandonar sus hogares.
Se enfrentan a cargos en La Haya por genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por las atrocidades cometidas por las fuerzas progubernamentales en Darfur a partir de 2002.
El gobierno militar-civil de transición que sustituyó a Bashir en 2019 ha dicho que cooperará con el tribunal.
Los investigadores de la CPI viajarán a Darfur para seguir hablando con las víctimas de la violencia, dijo Bensouda.
Dijo que no percibía ninguna oposición por parte de los funcionarios sudaneses sobre la entrega de Haroun, que según ella tendría que producirse antes de julio para que pudiera ser juzgado junto al acusado Ali Kushayb, que se entregó al tribunal el año pasado.
En Darfur, que Bensouda visitó esta semana, se ha producido un nuevo brote de violencia, que comenzó el año pasado.
"Una de las informaciones que obtuve durante mi visita es que los crímenes continúan", dijo. "Y lo que quiero decir es que la CPI no ha dejado de trabajar, no ha dejado de examinar la situación y seguirá haciéndolo".