La emisión de una orden de detención contra el bloguero tunecino Salim Al-Jabali por parte de la fiscalía militar después de que criticara al presidente Kais Saied ha desencadenado una ola de condenas entre los partidos políticos y los activistas de la sociedad civil, que rechazan categóricamente la entrega de civiles a los tribunales militares.
Los blogueros han advertido a Saied de la posibilidad de enfrentarse a juicios en los que se le acusa de abuso de poder cuando termine su mandato en 2024. Le recordaron a su difunto predecesor, Beji Caid Essebsi, que no se atrevió a juzgar a sus críticos ante los tribunales militares y perdió una demanda contra el bloguero y activista político Imad Deghaij, que tuvo gran resonancia no sólo en Túnez sino también a nivel internacional.
Los activistas consideraron que el recurso de Saied a la justicia militar era un insulto a la revolución y a la vía democrática, y una vuelta a la tiranía y la dictadura.
Al-Jabali, que dirige la popular página de Facebook "el ministro de la hipertensión y la diabetes", una cuenta en la que se alude a las dolencias asociadas al estrés, fue detenido el lunes tras una denuncia presentada por la presidencia tunecina.
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El movimiento Ennahda se situó a la cabeza de los que criticaron que se juzgue a civiles en tribunales militares, al tiempo que condenó en un comunicado la persecución de los blogueros, y expresó su apoyo incondicional a la libertad de expresión.
"El movimiento Ennahda expresa su apoyo incondicional y su adhesión a la libertad de expresión protegida por la Constitución tunecina, su rechazo a cualquier forma de vigilancia judicial y a las restricciones impuestas a los blogueros, a los profesionales de los medios de comunicación y a los pensadores, así como su rechazo a la remisión de civiles a los tribunales militares", declaró.
El movimiento hizo un llamamiento a todos los actores y personas influyentes para que expresen sus pensamientos y opiniones con respeto y objetividad, sin perjuicio de las instituciones y las personas.
Procesar a los activistas constituye una violación de la libertad de expresión, afirmó el partido Corazón de Túnez, subrayando su compromiso con el papel de la justicia penal civil en las acciones judiciales contra los civiles.
Los tribunales militares, continuó, sólo tienen jurisdicción sobre el personal militar, advirtiendo de los peligros de involucrar a la institución del ejército en batallas laterales.