El gabinete de seguridad de Israel aprobó el viernes un plan para reforzar los efectivos de la Policía de Fronteras en las ciudades mixtas árabe-judías durante los próximos tres meses, según informaron los medios de comunicación israelíes.
El ministro israelí de Seguridad Pública, Amir Ohana, presentó el plan tras las protestas de los ciudadanos árabes contra la ofensiva israelí en Gaza entre el 11 y el 21 de mayo, cuando Israel mató a unos 265 palestinos, entre ellos 67 niños y 40 mujeres.
El plan pretende desplegar dos compañías más de la Policía de Fronteras, informó el periódico israelí Haaretz, para que presten servicio en las ciudades mixtas durante un máximo de tres meses.
Haaretz informó de que la Policía Fronteriza adicional llegaría a las ciudades mixtas "por el bien de la salvaguarda del orden público" y para reforzar las comisarías ya existentes.
El coste del plan es de unos 100 millones de NIS (30 millones de dólares).
LEER: Israel y el arte de manipular la historia
La policía israelí anunció el jueves que había detenido a 2.142 árabes en una campaña de detenciones en los últimos días, según un comunicado.
Según el comunicado, 285 fueron acusados y 614 siguen en prisión preventiva, mientras que los demás fueron puestos en libertad tras la investigación.
La campaña de represión tiene por objeto impedir que los ciudadanos árabes se rebelen contra la ocupación israelí cuando ésta lleva a cabo agresiones contra los palestinos.
Durante la brutal represión, dos árabes murieron y decenas resultaron heridos, además de que cientos de comercios y viviendas fueron atacados por israelíes armados y protegidos por las fuerzas de ocupación israelíes.