El primer ministro designado, Saad al Hariri, pidió el sábado al gobierno libanés que pague sus cuotas al Tribunal Especial para Líbano y que la comunidad internacional asuma su responsabilidad, informa Reuters.
El tribunal se creó para procesar a los responsables del asesinato del padre de Hariri, el primer ministro Rafik Hariri, en 2005. Está financiado en un 51% por contribuciones voluntarias y en un 49% por el gobierno y podría cerrar después de julio si no se resuelve la falta de financiación.
El cierre impediría su trabajo, que es vital para poner fin a los asesinatos políticos en Líbano, según un comunicado de la oficina de Hariri.
El jueves, los jueces del tribunal desecharon un nuevo juicio contra el hombre condenado por el asesinato debido a las expectativas de que se cierre.
"Es una decisión lamentable que el tren de la justicia se detenga en el momento en que más lo necesitamos y es doloroso que las razones sean financieras", dice el comunicado.
El año pasado, el tribunal condenó en ausencia al ex miembro de Hezbolá Salim Jamil Ayyash por el atentado en el que murieron Hariri y otras 21 personas, en una sentencia que estaba siendo recurrida.
Hariri, veterano político suní y ex primer ministro, ha estado intentando formar un gabinete desde su designación en octubre, en un momento en el que el Líbano corre cada vez más peligro de colapso total a causa de una aguda crisis financiera.
Hariri se ha enfrentado con el presidente Michel Aoun, aliado de Hezbolá, apoyado por Irán, por el nombramiento de los ministros.
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