Un político iraní y fundador del grupo chiíta libanés Hezbolá ha muerto a consecuencia del COVID-19, lo que supone el fin de otra figura muy influyente de la vieja guardia de la Revolución Islámica iraní.
Según los medios de comunicación estatales iraníes, Ali Akbar Mohtashamipur habría sucumbido al virus respiratorio tras ser hospitalizado en el norte de Teherán, a la edad de 74 años.
Alumno del ayatolá Jomeini, al que acompañó en su exilio por todo el mundo, Mohtashamipur se convirtió en una figura clave de la revolución iraní que derrocó al gobierno del sha hace más de 40 años.
Posteriormente fue embajador de Irán en Siria de 1982 a 1986, y luego ministro del Interior de 1985 a 1989. También desempeñó un papel importante en la fundación y formación de la Guardia Revolucionaria iraní.
Durante su estancia como embajador en Damasco, el clérigo utilizó su experiencia previa en el mundo árabe y su papel en la formación del Cuerpo de Guardias Revolucionarias Iraníes (IRGC) para facilitar el traslado de oficiales militares y miembros de la guardia iraní a Líbano.
Sin embajador en Beirut en ese momento y con la ocupación israelí del sur de Líbano aún en pleno apogeo, fundó Hezbolá como grupo de resistencia chiíta con sede en el país y respaldado por Irán.
En 1984, perdió una mano como consecuencia de un intento de asesinato en forma de bomba escondida en un libro, que se sospecha que fue planeado y llevado a cabo por la agencia de inteligencia israelí Mossad.
Tras sus funciones como embajador y ministro del Interior, Mohtashamipur fue asesor del presidente Sayyid Mohammad Khatami entre 1997 y 1999, ocupando en gran medida un segundo plano mientras apoyaba los movimientos reformistas en la escena política de Irán.
Sin embargo, las cosas cambiaron en 2009, cuando prestó su apoyo a Mehdi Karroubi y Mir Hossein Mousavi -su antiguo jefe y el primer ministro al que sirvió como ministro del Interior- en las elecciones. Sin embargo, tras su derrota y la reelección de Mahmud Ahmadineyad, el "Movimiento Verde" despegó y las protestas estallaron en todo el país, suponiendo una amenaza para el gobierno que fue brutalmente reprimida.
Posteriormente, Musavi fue puesto bajo arresto domiciliario, en el que permanece hasta hoy, mientras que Mohtashamipur se retiró de la vida pública y política y, al parecer, pasó la mayor parte de los años que le quedaban en la ciudad santa chiíta de Nayaf, en Irak, antes de regresar recientemente a Irán.
La noticia de la muerte de Mohtashamipur a causa del coronavirus se produce una semana después de que circularan por Internet informes que afirmaban que el jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, también había contraído el virus y estaba muerto o con la salud deteriorada. Sin embargo, el grupo desmintió esos rumores la semana pasada, diciendo que Nasrallah iba a dar un discurso hoy.