El crítico egipcio Mohamed Ali ha hecho un llamamiento a los egipcios para que salgan a la calle y protesten el 10 de julio contra la incapacidad de las autoridades para enfrentarse a Etiopía en el marco de las negociaciones en curso sobre la presa.
Egipto lleva varios meses en conversaciones con Etiopía, que seguirá adelante con el segundo llenado de la presa del Renacimiento en julio, a pesar de la preocupación de Egipto por la escasez de agua.
Etiopía afirma que la presa le proporcionará electricidad y regeneración económica, mientras que Egipto cree que restringirá su acceso al agua del Nilo.
Egipto depende casi por completo del agua del Nilo, del que recibe unos 55,5 millones de metros cúbicos al año que utiliza para el agua potable, la agricultura y la electricidad.
El Cairo ha pedido a Addis Abeba que le garantice el acceso a al menos 40.000 millones de metros cúbicos de agua del Nilo.
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Bajo el hashtag en árabe "salid el 10 de julio por la Revolución del Nilo", los egipcios piden libertad, dignidad y que se cumplan los objetivos de la revolución.
Fue tendencia durante dos días, seguida de un segundo hashtag en árabe, "el pueblo quiere la caída del régimen", que actualmente es tendencia en Egipto.
"Si el pueblo egipcio no se mueve para extraer sus derechos y su soberanía, su situación no cambiará. El pueblo es quien decide", escribió un usuario de Twitter.
A finales de mayo se presentó una comunicación legal a la Comisión Africana en nombre de cinco egipcios, en la que se planteaba la preocupación por las acciones de los gobiernos etíope y egipcio en relación con la presa del Renacimiento.
La comunicación se centraba en el incumplimiento por parte de los gobiernos de su obligación de realizar consultas efectivas con los ciudadanos egipcios que se verán afectados por la presa.
Los agricultores han visto limitado su acceso al agua del Nilo, lo que ha afectado negativamente a sus medios de vida.
El mes pasado, las autoridades egipcias encarcelaron a un antiguo embajador tras criticar la gestión de Egipto en la crisis de la presa.
Se le acusó de unirse a un grupo "terrorista", difundir noticias falsas y hacer un uso indebido de las redes sociales.